“PALABRAS DE UN OBRERO A UN MÉDICO”, de Bertold Brecht

 


¡Nosotros sabemos lo que nos enferma!

Cuando nos sentimos mal nos enteramos

que eres tú el que nos va a curar.

 

Durante diez años, nos dicen,

en hermosas escuelas

construidas con dinero del pueblo,

aprendiste a curar, y tu ciencia

te ha costado una fortuna.

Tienes que saber curar.


¿Sabes curar?

 

En tu consultorio

nos arrancan los harapos

y tu aplicas el oído a nuestros cuerpos desnudos.

Una mirada a los harapos te informaría mejor

sobre la causa de nuestra enfermedad. La misma causa

desgasta nuestros cuerpos y nuestras ropas.

 

Dices que el dolor en el hombro

proviene de la humedad, de la que

también proviene la mancha que hay en la pared de nuestra

casa.

Dinos entonces:

¿de dónde proviene la humedad?

 

Exceso de trabajo y falta de comida

nos hacen flacos y débiles.

Tu receta dice:

“Tiene que aumentar de peso.”

Es como decirle al junco

que no debe mojarse.

 

¿Cuánto tiempo nos dedicas?

Es evidente: la alfombra de tu casa

cuesta tanto como cinco mil consultas.

 

Probablemente dirás que eres inocente.

La mancha de humedad en la pared de nuestra casa

dice lo mismo.

 

 

 en 80 canciones y poemas, 1999 - descontexto.blogspot.com

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